IENE-459 Mi señora mayor sentía lástima por mí porque era impopular, así que le pedí que tuviera sexo con los pies conmigo, prometiéndole que solo me frotaría, ambos nos sentimos bien, mi coño estaba tan débil y resbaladizo, que lo insertó crudo, "¿Está dentro?" Pero no pude parar y se corrió dentro de mí.